sábado, 20 de septiembre de 2014

Los primeros contratiempos. Capitulo 3 de: Una aventura de elevación.

Capitulo 3º

Los primeros contratiempos.

Para lograr este primer prototipo de carro fue necesario construir dos herramientas, les diré porque; primero, a los pocos barrenos hechos sobre las soleras de 1/4 de pulgada el taladro comenzó a dar problemas, ya tenía sus años de servicio y para el momento las refacciones resultaban algo costosas, por lo que me pareció necesaria la compra de uno nuevo, luego el siguiente problema, las ruedas que se encargaron al proveedor no eran exactas en las medidas, después de varios reclamos sin lograr la solución al problema, decidí que ese sería un problema que podría persistir aun con otros proveedores, por otro lado tenía la necesidad de maquinar pernos para las ruedas y la investigación de costos arrojo resultados algo desalentadores además de que los torneros estaban pidiendo planos de cada perno, no obstante la entrega de dibujos con medidas, aun así hubo problemas con las primeras piezas de prueba, para el caso resulta que de las dos pruebas de trabajos externos; las dos fueron fracasos ocasionados por terceros, como era posible que gente que se dedica a eso salga con fallas en las medidas y luego quieran cobrarte de nuevo para entregarte bien las piezas, de haberles dejado a ellos el diseño de la pieza y que luego resultara que no fuera del gusto de uno, eso sería otra cosa, pero si para una pieza pre-diseñada se entrega con medidas el boceto, debiera físicamente resultar de acuerdo al dibujo y eso es responsabilidad de quien maquina, pero no fue así, eso me dio aun más de que preocuparme, era algo que podía ocasionar problemas de costos futuros en la producción normal de aparatos replicados, además los tipos con los que pedí estas piezas parecían sentirse unas eminencias, como diríamos, bien cotizados pero a final de cuentas resultaron inútiles e ineficientes, previendo que a futuro eso podría resultar como una pesadilla, recordé que en alguna de las empresas que trabaje tenían su propio departamento de torneado, me pareció un buen ejemplo a seguir, así que investigué los precios de estos aparatos, pequeños de $15,000.00 MXN para arriba, algo que de momento no era posible comprar, debía primero justificar la inversión en esa herramienta, lo que si podía ver claramente era el alto costo que resultaba de mandar a hacer los pernos a talleres externos, debía resolverlo, ¿Pero como?.

Esto comenzaba a verse mucho más complicado de lo que había podido prever, a pesar de todo lo problemático que pudiera verse ahora, era solo el principio, no podía detenerme ahora, pregunté si podía tener uno y me puse a investigar lo que había en Internet acerca de los tornos, en ese momento no había nada practico que pudiera copiar, nada, en YouTube solo existía el video del torno hecho en Jujuy o algo así, había muestras de trabajo hechos en torno pero ninguno hecho por alguien independiente, todos ellos usaban tornos hechos en fabricas especializadas, lo poco que recordaba del amigo tornero de hace 25 años, eran algunas horas de verlo trabajar, ahora tenía esos recuerdos y algunos videos en los que se apreciaba como cortaban, ha, y algo de imaginación, así que pensé, intentaré hacer uno además sentí que la invención de uno me daría más entendimiento para la invención de la máquina talladora de la cremallera, por el lado de los recursos era necesario abaratar costos que mejor forma de abaratar el costo de un torno que hacerlo de fierros que pudiera tener a la mano, así que puse manos a la obra.



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